No digamos mentiras. A quién no le gusta un batido o jugo de de fruta?. A muy pocos. Es que la cultura de la inmediatez en la que vivimos nos lleva a privilegiar los batidos a comer las frutas.

Recientemente averigüé que mis hijos (26 y 23 años) nunca se han subido a un árbol para coger una fruta y comérsela!. Nunca!. No han disfrutado (al menos yo creo que es un disfrute) ver un mango maduro colgando del árbol, aventurarse por las ramas y cogerlo y comérselo ahí, en el árbol. Cuando les pregunté la razón, me miraron con asombro y, claro, aparecieron las excusas: nunca tuvimos una finca, nunca nos llevaste al bosque, eso de trepar a los árboles es riesgoso, no debes comer una fruta sin lavarla, etc. etc.

El mango en el árbol

Bueno, regresemos al tema, el asunto es que que los jugos de frutas estresan al páncreas y podrían enfermarlo.

Cuando comes un mango, mientras lo masticas le adviertes al páncreas que está por llegarle un cargamento de carbohidratos (azúcar) y él tendrá tiempo para prepararse y enviar “llaves” (insulina) a las células que necesitan de esa carga y para abrirle las puertas al cargamento. Cuando bebes el jugo de mango, al páncreas le llegará tardíamente la advertencia del cargamento y probablemente no tendrá suficiente tiempo para hacer el envío de insulina y parte del azúcar no entrará oportunamente a las células y quedándose en la sangre (hiperglicemia).

Esto sucede porque al masticar la fruta ella llega al estómago y al intestino de dos formas: como fibra soluble (aquella donde va la carga de azúcar) y como fibra insoluble (esa fibra que forma las heces). Estos dos tipos de fibras llegarán mezcladas en una forma de gel y el proceso mediante el cual el organismo extrae de la gel la fibra soluble (la carga de azúcar de nuestro ejemplo) da el tiempo suficiente al páncreas para prepararse.

En los casos en los que se extrae el jugo de la fruta y se desecha la fibra, como en los batidos de naranja, mandarina, piña, etc., la carga de estrés metabólico es más acentuada porque la fibra soluble (la carga de azúcar) es absorbida rápida y masivamente.

Y hay algo que habitualmente pasamos por alto. Consumimos más calorías a través de un jugo que comiendo la fruta. Por ejemplo, para hacer un jugo de naranja generalmente empleamos 2 ó 3 naranjas (100 a 150 calorías) pero sí la comemos con la lentitud que ello requiere, estaremos satisfechos con 1 naranja (50 calorías).

Otro día escribiré más de esto. Por ahora, cómete un mango.