Llamamos genéricamente enfermedad coronaria a la alteración en la salud causada por la obstrucción al flujo de sangre que ocurre en las arterias que irrigan al corazón. El nombre técnico es Enfermedad Arterial Coronaria (EAC).

La obstrucción al flujo de sangre generalmente es debido a la formación de placas de grasa que modifican negativamente a la arteria: disminuyen el diámetro de su luz. A estos cambios lo llamamos arteriosclerosis.

La placa de grasa infiltra la pared de la arteria.

Aterosclerosis

Cuando la obstrucción es importante (más del 50%) pueden aparecer síntomas de dolor en el pecho o dificultad para respirar durante la actividad que antes se hacía de forma habitual, como durante una caminata, por ejemplo, y que es debido al sufrimiento del músculo cardíaco durante esta actividad por la falta de alimentación (oxígeno) de sus células. A estos episodios de dolor que desaparecen con el reposo lo llamamos angina de pecho.

Si el recubrimiento que tiene esta placa se rompe dejará expuesta la grasa obligando al organismo a una respuesta similar a la que hace cuando hay una herida en la piel: para tapar la ruptura llevará al sitio lesionado una gran cantidad de plaquetas para organizar un coágulo que, en este caso, puede obstruir completamente la arteria impidiendo que siga circulando la sangre y dejará sin irrigación a la zona del corazón que esa arteria alimentaba. Si la obstrucción no se corrige rápidamente llevará a un infarto cardíaco y su tamaño dependerá del lugar donde ocurrió este coágulo.

Resumiendo: el paciente con diagnóstico de enfermedad arterial coronaria es aquel que ha tenido un evento cardíaco agudo (Infarto) provocado por la obstrucción completa en la arteria coronaria o a quien se le detectó una obstrucción parcial y se le trató mediante la cirugía de bypass (báipas, si castellanizamos el término) o se le recanalizó la obstrucción parcial a través de un stent (estent en su castellanización)

Los pacientes con mayor riesgo de obstrucción de estas arterias son aquellos con Diabetes mellitus, Enfermedad renal crónica, Hipercolesterolemia e Hipertensión arterial, por eso todos tienen la recomendación estricta de reducción de grasas en su dieta y a la mayoría se les sugieren medidas específicas para mantener el colesterol LDL a menos de 100 mg o menos de 70 mg/dl.